La siguiente columna se me ocurrió hace unos días en el baño, perdón por lo prosaico, pero es cierto. Las buenas ideas se me ocurren en ese lugar.
Quiero contarles en sucesivas entregas cómo se gestaron algunas de las artesanías enteladas que integran mi catálogo de piezas. Para empezar con las entregas elegí una pieza que diseñé de cabo a rabo. El aparador de té El Saquelate es un mueblecito desarrollado en su totalidad por mí. El diseño nació un día que caminando por las calles de San Miguel, lugar donde vivo, me topé con un comercio donde exhibían la pieza que me inspiró. Se trataba de un pequeño mueble parecido a los archivos metálicos que suelen encontrarse en las oficinas. Salvo por dos detalles: en la parte superior tenía una especie de repisa y los cajones venían con una medialuna para poder meter el dedo para tirar hacia afuera. Mi mueblecito quedó conformado con una modificación de la repisa superior, la hice al revés y al frente le puse vidrio a cada uno de los tres cajones. También le puse un tirador para poder abrir los cajones. Todo esto lo fui imaginado en mi cabeza y para cuando regresé a mi casa, luego de una hora de caminata, tenía resuelto el diseño de la pieza. Ahora había que llevar ese diseño a un modelo real. Me demandó una semana pensar el diseño de los cajones. Porque la idea era que los saquitos de té quedarán verticales en su interior. Además buscaba que el primer saquito de té fuera visible desde el exterior a través del vidrio del frente. Logré dejar verticales los saquitos de té gracias a unos rieles de madera que conseguí en una librería de San Miguel. En un principio los pegué en el piso de los cajones, pero los saquitos de té se caían. Más tarde cambié a la actual posición. Ahora los rieles se encuentran pegados en los laterales del cajón. Otra tarea que me hizo pensar fue cómo sujetar los vidrios para que pudieran ser reemplazados en caso de rotura. Los mismos rieles, de los saquitos de té, me ayudaron en el problema. El material para armar los Saquelates es fibrofácil (MDF) y sogas para hacer las molduras. Las molduras las puse para que me permitieran hacer más fácil el entelado de la pieza y además esconden los topes de apertura de los cajones. La capacidad es la misma que las caja de té grande que hago. Unos 42 saquitos de té pueden caber perfectamente en su interior. El primer Saquelate, que era pintado con acrílico, lo armé para regárselo a mi madrina y esta pieza me trajo dos nuevas ventas. Así que me di cuenta que el aparador de té gustaba, era útil y además original. Durante el transcurso de este año relancé el producto, que había visto la luz a fines del año 2007. Lo hice por el interés que despertaba en el público concurrente a los encuentros de autos que suelo concurrir. Es un mueble que queda muy bien en una mesada de cocina y ocupa poco espacio. Además tiene un buen diseño, sobrio y elegante. Alguien tenía que decirlo... Ahora saben cómo nacieron los Saquelates. Espero que le gusten estas nuevas entregas que irán apareciendo cada tres semanas. Pueden dejar su cometario acerca de esta nueva columna. En la próxima entrega habrá una nueva pieza con su historia. Mauricio Uldane artesano entelador
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No es un producto nuevo, pero sí una versión distinta de los portalápices. El Portalapela entelado en jean usando los bolsillos chicos, esos que ponemos las monedas y originalmente eran para poner el reloj de bolsillo.
Básicamente el Portalapela es un cilindro de cartón con una base de fibrofácil (MDF) todo entelado en jean. En la base tiene cuatro patitas de goma para apoyar sin rayar las diferentes superficies. Los dos bolsillos usados para entelar son de diferentes jeans, por eso que los remaches son distintos. Uno de los bolsillos lo usé con parte del bolsillo grande del frente del jean. En cambio el otro no, sólo usé el bolsillo pequeño. El interior del portalápices también está entelado en un jean usado y viejo. A modo de galón usé un hilo de algodón tricolor. La pieza, si bien está numerada, es única porque repetir los mismos bolsillos es difícil. Recuerden que uso jeans viejos y usados. Así que entelo con los pantalones que me regalan. No siempre me traen los mismos tipos de denim. Mauricio Uldane artesano entelador Hace unos días estuvo de visita, en casa, mi amigo Luis Pérez. Él está admirado del trabajo que tiene la cabeza del buzón alcancía que hago.
Cuándo me preguntó cómo estaba armada la cabeza del buzón y le conté el proceso me dijo “¡qué trabajo!”. Si la verdad que es una tarea de cierta complejidad. Además que lleva su tiempo de armado. Es la parte más compleja de todo el buzón por la cantidad de piezas que lleva. Entonces mi amigo Luis me preguntó si no había una forma más simple de hacerla y le respondí que no. Porque debería hacerla totalmente en fibrofácil (MDF) y darle la forma a mano. Para hacer esto necesitaría un torno. El chiste es lograr lo mismo en forma manual. Además pesaría mucho más en la parte superior que en el cuerpo y la base. La cabeza del buzón tiene una parte de fibrofácil (MDF), como base, donde va a apoyar la otra parte hecha en cartón, sogas e hilos. La dureza se la doy con la masilla de carpintero. Por eso les digo que el proceso es largo y de cierta complejidad. Después de seis años y medio de armar buzones alcancías he logrado un estándar de trabajo. Una especie de trabajo seriado sin tener que usar un proceso industrial. Por eso hoy tengo armados 143 buzones desde el año 2003. La idea motriz de mi trabajo es hacer una pieza artesanal de uso cotidiano, pero con calidad y buena terminación. Los buzones alcancías tienen dos manos de acrílico y una de barniz acrílico. En definitiva es una pieza que soportará el manoseo diario. Siempre les digo que los buzones alcancías me han dado, me dan y me darán muchas alegrías y satisfacciones. Mauricio Uldane artesano entelador Azucena confió en mí y me dio una musculosa de ella para que le entele un anotador y un tarjetero. Así obtuvo a un muy buen precio dos piezas enteladas en un mismo tipo de tela. Un juego entelado con un prenda querida.
Es el primer pedido de aquella propuesta de entelar con telas aportadas por los clientes o clientas. En su momento me pareció una idea brillante, pero el transcurso del tiempo no me dio la razón. Ahora Azucena se convierte en la primera persona que acepta la idea de aportar la tela propia. De esta forma hizo de una prenda amada dos objetos entelados de uso diario. Que estarán todos los días en la puerta de su heladera. Así me encargó que le arme un anotador y un tarjetero, ambos con imanes. Las dos piezas están hechas en fibrofácil (MDF) y luego enteladas con la musculosa de Azucena. En la parte posterior, de ambas piezas, se encuentran pegados los imanes que sostienen los objetos a la puerta de la heladera. Digo heladera, pero en realidad se adhieren sobre cualquier superficie metálica. A esta altura les debo una aclaración, por si alguna persona piensa en tener una pieza igual a la de Azucena. Como estos dos objetos no habrá más unidades. No se puede porque la tela la aportó Azucena. Por lo tanto, si bien las piezas están numeradas, son únicas e irrepetibles. Ese es el valor principal de entelar con una tela que proveyó la persona que desea la pieza artesanal. Se logra una pieza única que no se verá en ninguna otra parte. Salvo que se entele con una tela de diseño muy común. El valor afectivo que puede tener una pieza entelada de esta forma es insuperable. Porque la persona que encargó el trabajo tendrá para siempre algo muy querido. Será una manera de recordar esa prenda que tantas alegrías les trajo. Mauricio Uldane artesano entelador Todo empezó a principios de este año. Un socio del Club Clásicos San Miguel tiene un programa de radio sobre automovilismo regional. El programa se llama Pisando a fondo y se emite, los martes de 17 a 18 horas y los jueves de 16 a 17 horas, por radio Sintonía AM1000 de José C. Paz en el conurbano bonaerense.
El conductor del programa es Osvaldo Saucedo y gracias a él mis buzones alcancías son conocidos en la zona de influencia de la radio. Osvaldo hace un concurso mensual en su programa sobre Turismo Carretera del pasado o sobre automovilismo del ayer. El premio es uno de mis buzones alcancías. Los oyentes que acertaron la pregunta van a un sorteo y el ganador o ganadora se alza con el buzón. Así varios se han ganado una de mis piezas. Muchos se sorprenden porque los buzones tienen cerradura. Otros lo consideran un pequeño trofeo y así van apareciendo diferentes valoraciones sobre mis piezas. Para mí todo esto tiene dos caras. Por un lado Osvaldo hace publicidad de mis buzones y mis otras artesanías enteladas, a través de su programa. El otro lado es el agradecimiento de los ganadores y ganadoras hacia mis piezas enteladas. El boca en boca no tiene rival. Siempre es la mejor publicidad que se puede pagar. El agradecimiento a Osvaldo Saucedo es infinito porque logra el cometido de darle un premio a sus oyentes y como añadidura los alegra con una pieza artesanal de calidad. Mauricio Uldane artesano entelador La gente del Bowling Thaler, de la ciudad de Morón, provincia de Buenos Aires, me encargó un buzón amarillo y negro para su local. El buzón lleva los colores que tuvieron los buzones de correo en la Argentina de los años ’70.
En Thaler están haciendo un sorteo de una motocicleta de baja cilindrada, que está expuesta en el local, y los cupones los ponen en el buzón amarillo y negro. El dueño de Thaler me contactó porque estaba cansado de que le preguntaran dónde estaba el buzón para depositar el cupón del sorteo. Se ve que tenía uno de madera o cartón. Dio conmigo por Internet, de algo sirve toda esa tecnología. El buzón está armado con un caño de PVC de 6 pulgadas, eso para el cuerpo. Después en la base y la cabeza tiene fibrofácil (MDF). Además en la cabeza del buzón hay partes de cartón. Las molduras son sogas enteladas y las letras son hilos entelados. En la base tiene pañolenci para no rayar las superficies de apoyo. El buzón Thaler tiene una altura de 45 centímetros, para ver la diferencia le saqué una foto junto a uno de mis buzones alcancías. La parte externa del buzón está entelado con una vieja sábana que luego pinté con acrílico. En tanto el interior está entelado con tela batista al tono. Como se ve hay cosas nuevas y viejas en el armado de este nuevo buzón hecho a medida. El interior del cuerpo tiene refuerzos de fibrofácil (MDF) y la puerta tiene una caja del mismo material para contener la cerradura. En el caso de este buzón no sé que capacidad puede tener. Lo aviso porque para buzón alcancía es grande... muy grande. Mauricio Uldane artesano entelador Le crisis económica que sufrimos los argentinos en 2002 fue el motivo que empezara a entelar con jean. El objetivo era bajar los costos de mis artesanías enteladas. Antes de eso había entelado algunas piezas, pero nada importante.
A partir de ese momento la mayoría de mis artesanías pasaron por el jean. Antes las entelaba y las pintaba con acrílico. Lo sigo haciendo pero por encargo o con mis buzones alcancías. También uso otras telas para entelar, a parte del jean, como corderoy o algodón. Sin embargo las últimas líneas presentadas son sobre la base del jean. Así, Pedazos de jean y Jeanes rotos tienen al jean como principal protagonista. Incluso estas dos líneas comparten que las piezas son casi únicas, por la dificultad de reproducir la misma conjunción de retazos de jean. El denim, jean, es una tela muy amigable para entelar. Me permite corregir errores en el trabajo de entelar. También se puede estirar en un sentido y llegar cuando parece que el pedazo quedó corto. Si bien es una tela dura se amolda bien a las superficies. En algunas partes la adhiero con cola de carpintero y en otras con cemento de contacto. Si la superficie es plana con la cola de carpintero basta. Ahora si hay repliegues más vale usar cemento de contacto para no renegar. La adhesión, con cualquier de los dos pegamentos, es buena porque es una tela porosa y peluda. Difícil para escribir con acrílico encima de ella, pero con maña se puede. Además el denim cuenta con una variedad de calidades y espesores muy amplia. Desde el jean que parecen lona hasta los elastizados o muy finos. Una de las cosas que más disfruto es hacer un collage con retazos de jean. Es una tarea algo complicada pero los resultados son brillantes. He armado piezas con pedazos irregulares y con trozos geométricos. Armado dibujos asimétricos y simétricos. Combinado texturas y colores. El jean da muchas posibilidades de creación, simplemente hay que animarse a usarlo. Les aseguro que, el denim, no los defraudará como aquel presidente argentino que supo gobernarnos y mejor ni nombrar. Mauricio Uldane artesano entelador La nueva línea Jeanes rotos se basa en el concepto de usar lo viejo y roto. Como la moda que va y viene con sus jeans agujereados, las artesanías enteladas también se rasgaron.
Pero las roturas no son provocadas sino que las hizo el uso y el tiempo. Esos jeans que sólo sirven para trapo o para entelar artesanías, como las que les presento hoy. La línea arranca con un baúl chico, Bautelita y con un cofre, Jeanela. Si hay éxito con Jeanes rotos se agregaran otras piezas enteladas en jeans viejos y rotos. La Bautelita está armada en cartón y fibrofácil (MDF), mientras que la Jeanela está íntegramente armada en fibrofácil (MDF). Como siempre las piezas están numeradas y fechadas. Lo mismo que en la línea Pedazos de jean estas piezas son casi únicas, ya que repetir la combinación de retazos de jean es muy difícil. La conjunción se da una sola vez. La idea de esta nueva línea es jugar con los materiales y también provocar, un poco, las emociones. Tal vez para algunos o algunas sean una porquería. Sin embargo otros y otras encontrarán una genialidad esta nueva línea de Jeanes rotos. La moda a traído nuevamente los jeans rotos, como siempre nada sabía, me acabo de enterar. Por lo tanto no podrán acusarme de oportunista. Si no que como tenía los materiales simplemente los usé. Además hace mucho tiempo que tenía la idea rondándome la cabeza y en algún momento tenía que salir. Tal vez sea el momento oportuno o no. El público dictaminará. Mauricio Uldane artesano entelador La nueva línea Pedazos de jean hace su aparición en el mundo de las artesanías enteladas. Estas piezas enteladas con retazos o trozos de viejos jeans vienen a ocupar un espacio diferente y original. Algunas personas sabrán que significa el título de esta entrada. Otros u otras no. Pero es muy sencillo. Es la pasta, a modo de masilla, que normalmente usan los carpinteros para remendar o tapar agujeros o rajaduras en las maderas. |
Mauricio UldaneSoy un artesano entelador que vive en San Miguel, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. Me dedico a confeccionar diferentes piezas que van desde un buzón alcancía hasta cajas todo entelado por dentro y por fuera. Con diseños propios y originales. Mis piezas enteladas son numeradas y fechadas. Archivos
Noviembre 2018
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