Si el público no ve mis artesanías enteladas no termina de apreciar texturas, terminaciones o pesos. Eso la mejor fotografía no logra transmitirlo. Gracias a que mi hermana, Alejandra, llevó dos cajas de té chicas a su trabajo, las terminó vendiendo a sus compañeros de oficina.
Les cuento esto para que entiendan cómo es que funciona esto de ver, tocar y admirar. En los años que vengo entelando diferentes tipos de objetos noto la imperiosa necesidad, de muchas personas, de tocar mis artesanías enteladas. No porque la haya hecho yo, sino por lo que transmiten a las personas. Volviendo a mi hermana y sus compañeros de trabajo, les cuento que una compañera se quedó con la caja de té chica, llamada Saquelita, que esta entelada en su exterior por tela de arpillera. En cambio el interior está entelado con una tela cuadrillé naranja y blanca. La Saquelita tiene cuatro divisiones en su interior para alojar los saquitos de té en forma vertical. Aproximadamente entran unos 6 o 7 saquitos en cada división con lo cual tenemos una capacidad total de entre 24 a 28 saquitos, más o menos. Toda la caja está construida en MDF (fibrofácil) y la base es de mayor grosor para soportar el peso de la tapa, que abre a 90º porque tiene topes en la parte trasera. Esto evita que las bisagras se aflojen. En la base cuatro patitas de goma eva nos evitan dañar las superficies de apoyo. Además a modo de protección la caja tiene dos molduras que le dan toda la vuelta a los lados. De esta forma se protege aún más la caja de té entelada en tela arpillera. Otro detalle es que el marco que sujeta el vidrio de la tapa puede removerse con solo quitar los cuatro tornillos. Esto es útil en caso de rotura del vidrio o si quisiéramos lavarlo porque está muy sucio. Armo mis artesanías enteladas, son “mis” porque siguen siendo mías aunque las venda, pensando en que las voy a usar yo. De esta forma me garantizo que las construyo a consciencia. Algo puede salir mal. Pero no fue para abaratar costos. Tal vez fue una falla de diseño o en el uso de los materiales inadecuados. Esta caja fue confeccionada en el año 2010 y no se logró vender hasta ahora, en 2014, por eso es que no repongo estas artesanías enteladas. Simplemente porque no se venden. Muchas han recorrido encuentros de autos, ferias y demás lugares sin conmover las billeteras del público presente. No quiere decir que las dejaré de fabricar. Todo lo contrario, si algún cliente me pide una pieza determina la construyo sin reparos. Pero no las repongo para hacer stock porque no tienen salida. Prefiero apuntar mis manos a productos que se venden con más frecuencia y ameritan tener un stock. Por ejemplo: los buzones alcancías en sus tres medidas: chico, mediano y grande. A los clientes que me piden alguna pieza, de la cual no tengo existencia, les pido paciencia para que se las construya. No tengo problemas en hacerlas, es parte de mi pasión por entelar. Mauricio Uldane Artesano entelador
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Las cajas enteladas para pañuelos descartables
Hace muchos años que comencé a armar las fundas para cajas de pañuelos descartables. Cuando comencé a construirlas todavía se vendían de 100 pañuelos. Luego las sacaron del mercado argentino y sólo se consiguen las de 75 unidades. Por entonces tomé la decisión de hacer cajas-fundas para cubrir las cajas de pañuelos descartables y las bauticé: Pañuelelas. Las armé en fibrofácil (MDF) de 5 milímetros y las entelé con multiplicidad de telas. También las pinté con acrílico. Un encargo de mi hermana, Alejandra Uldane, hizo que apareciera otro modelo de caja. Una caja vertical con tapa y cesto de papeles. A mi hermana le hice, en su momento, dos piezas para colocar sobre las mesitas de luz. Las cajas eran en espejo, con los cestos de papeles, uno a la derecha y el otro a la izquierda. El año pasado lancé una línea de cajas que incluía a las Moquelas. Además, para completar la línea, hice otro modelo sin los cestos de papel que bauticé: Descartelas. Estas cjas están armadas en fibrofácil (MDF) de 5 milímetros y la base en fibrofácil (MDF) de 12 milímetros. El cesto de papeles es un cilindro de cartón. Las piezas se pueden armara con las puertas y los cestos a la derecha o izquierda, según lo pidan los clientes. Por sugerencia de una persona construí otro modelo de caja para pañuelos descartables. En este caso para colocar, en su interior, un sobre de 50 pañuelos descartables. Las nuevas cajas se llamaron Sobreñuelas. También las hago con fibrofácil (MDF) de 5 milímetros con una tapa rebatible. De todas las cajas las Descartelas son las más populares, aunque algunas personas, prefieren las Sobreñuelas por el poco espacio que ocupan. Todas las líneas de cajas se pueden entelar en diferentes tipos de telas y a pedido del cliente se pueden pintar con acrílico. Siempre se puede encontrar una caja donde poner los pañuelos descartables, para tenerlos a mano, cuando se los necesite. Mauricio Uldane artesano entelador Las cajas enteladas
Hace años que vengo armando y entelando cajas. Las hay con cierres bronceados o cerraduras, con y sin manija. Más de diez años han pasado desde los primeros modelos de cajas. Al principio eran de cartón y luego de fibrofácil (MDF). También enteladas y pintadas, pero luego de la crisis económica de 2001, que sufrió la Argentina, comencé a entelarlas con telas como el jean, que no necesitaba pintarse para lucir bien. Así nacieron las primeras Jeanelas, nombre que también tuvieron algunos baúles cilíndricos. Las cajas enteladas en jean tuvieron cerradura y algunas las armé con cierres bronceados. Las cajas las construyo con fibrofácil (MDF) y sogas que son las molduras, que luego entelo con diferentes tipos de telas. Básicamente las cajas están armadas con fibrofácil (MDF) de 9 milímetros, pero hay modelos que tienen la base de 12 milímetros, para compensar el peso de la tapa. Las cajas las armo sin clavos, ni tornillos, sino que las hago trabadas por sus uniones. De esta manera adquieren mayor rigidez estructural y no se descolan ante un golpe o caída. El modelo de Jeanela dio origen a un alhajero llamado: Alhajela que tenía cerradura y espejo en el interior de la tapa. Además el cuerpo venía con divisiones para guardar los objetos preciosos. Una vez como regalo de cumpleaños hice una caja con manija y cerradura de bronce. La llamé Cofrela mc, además la caja estaba pintada con acrílico. Ultimamente hice una caja entelada con jeans rotos y no le puse molduras, porque las uniones de las telas se encuetran a la vista. Lo que sí tienen todas las cajas que fabrico, es topes en las tapas y patas de goma en las bases. No recuerdo cuál fue la primera, ni porqué la hice, pero las cajas son una parte importante en mi catálogo de artesanías enteladas. Las entelé muchas veces con telas usadas y viejas, pero también he usado telas nuevas que me han regalado. Retazos que le habían sobrado, a alguien, y no los iban a utilizar. Todo es bienvendido en el mundo del artesano entelador. Ya sabré que utilidad darle. Mauricio Uldane artesano entelador Un comercio tiene una vidriera a la calle, la mía es virtual y está en la red. Sirve para mostrar al mundo lo que hago. Pero, es solo una aproximación a la pieza que está exhibida.
Por eso la necesidad de mostrar en vivo y en directo, como decían en la tele hace más de 40 años, mis artesanías enteladas. Siempre el contacto directo supera a la fotografía. Más de una vez he recibido un mail que me decía que la pieza adquirida, a través de Internet, superaba las expectativas de la clienta o del cliente. La mejor fotografía no logra reflejar las texturas, ni volúmenes, ni olores que tiene la pieza que construí. Siempre me ocurre lo mismo: la sorpresa o el asombro de las personas que se acercan a ver algunas de mis artesanías enteladas. El asombro sigue cuando les cuento cómo está armada la pieza o que materiales usé para armarla. Por eso mi insistencia en el trato directo con los posibles clientes o clientas. No es lo mismo ver una artesanía entelada en un monitor excelente que tenerla en la mano y apreciar sus cualidades. No hay fotografía que pueda transmitir todas esas sensaciones o virtudes. Pero sirve para tener una aproximación sobre la pieza entelada. Es una vidriera virtual para ver mis artesanías enteladas. En definitiva todo suma. Siempre hay que sumar y no restar. Por eso Internet y venta directa, no son incompatibles. Todo lo contrario son compañeros de viaje en el camino de dar a conocer mis artesanías enteladas. Mauricio Uldane artesano entelador |
Mauricio UldaneSoy un artesano entelador que vive en San Miguel, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. Me dedico a confeccionar diferentes piezas que van desde un buzón alcancía hasta cajas todo entelado por dentro y por fuera. Con diseños propios y originales. Mis piezas enteladas son numeradas y fechadas. Archivos
Noviembre 2018
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