Una amiga pensó que un buen presente para los 60 años de su profesora de natación sería una tarjeta de cumpleaños entelada.
Entonces me encargó que le hiciera una, que firmarían todas las alumnas de natación de la profesora de mi amiga. Puse manos a la obra y a la vista está la pieza que logré. Hace muchos años comencé a enviarles a mis amigos y amigas tarjetas de tela para sus cumpleaños o para las fiestas de fin de año. Más tarde empecé a hacer las tarjetas con cartón que luego entelaba y pintaba con acrílico. A veces el trabajo que hago es inconsciente y armaba esas tarjetas enteladas por necesidad, no tenía dinero para afrontar el gasto de comprarlas. Podía gastar en el envío por correo, pero no en la compra de la tarjeta. Dos amigas me sacaron de ese sopor mental cuando me dijeron que guardaban las tarjetas enteladas que les había enviado. Incluso se las mostraban a sus amigas y compañeras de trabajo, hasta esperaban las fecha de sus cumpleaños para recibir una nueva pieza para su "colección" privada de tarjetas enteladas. Ahí tomé conciencia del trabajo que venía realizando por necesidad y no por algo planeado de antemano. También revaloré mi creación de esas piezas que tenían la mayoría de las veces texto humorísticos. El pequeño éxito de estas tarjetas, hace más de quince años atrás, logró que vendiera dos piezas que se fueron una a Italia y la otra a España. Un hermano en el exterior fue la excusa de una y la apertura de un negocio fue el destino de la otra. Ahora que pasaron tantos años una amiga revivió esa magia que tienen esas tarjetas enteladas hechas a medida del destinatario o destinataria. Los textos, los deseos, los augurios y hasta los colores sólo son para esa persona, que recibe la tarjeta entelada. Son tarjetas muy personales de alguien querido que desea dejar un recuerdo que perdure en el tiempo. Por suerte puedo confeccionar una pieza que reúna todos esos atributos. Mauricio Uldane artesano entelador
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La historia del reloj rojo es la siguiente: hace unos tres años decidí hacer artesanías enteladas listas para ser pintadas por terceros. Pensé que era una buena idea, pero no funcionó. Nunca nadie preguntó, consultó o compró algunas de esas piezas enteladas, que estaban listas para ser pintadas con acrílico.
Dos baúles, una caja y un reloj de pared eran las piezas que integraban esta lista. El reloj había quedado olvidado en una caja. Decidí rescatarlo del olvido y darle una mano de pintura. A hace poco llegó a mis manos un tubo de acrílico rojo que imaginé sería un color excelente para el reloj. El fondo del cuadrante lo pinté de blanco para tener un mayor contraste y los números los pinté de negro. El cuadrante lo diseñé y pinté para diferenciarlo un poco de la mayoría de los relojes que andan por ahí. El reloj fue entelado con viejas camisetas de algodón, mientras que fue armado con tubos de cartón, de dos diámetros diferentes, y fibrofácil (MDF). Además el frente es removible para tener acceso a la máquina del reloj. Para las personas que estén interesadas les digo que este reloj pintado cuesta $95 más gastos de envío. Por cualquier consulta pongansen en contacto conmigo. Si bien es una pieza numerada, se la puede considerar una pieza única por el tipo de cuadrante que tiene con números grandes en tipografía Broadway y con números chicos en Arial Black. Tal vez eso de las tipografías sea un resabio de mi paso por editoriales donde trabajaba como armador en pantalla. Uno casi siempre vuelve al primer amor. Todo lo aprendido a lo largo de mi experiencia, en diferentes trabajos, lo voy aplicando a mi trabajo de artesano en forma consciente e inconsciente en otras ocasiones, que suelen ser la mayoría de las veces. Hoy les mostré un reloj de pared pintado que había quedado olvidado, por unos años, en una caja estibada en un estante de mi casa. Mauricio Uldane artesano entelador No es un producto nuevo, sino una versión diferente de la Saquelita o caja chica de té. La diferencia está en que la pinté con acrílico en su parte externa.
Las Saquelitas las armo totalmente en fibrofácil (MDF) y su base está compensada para soportar el peso de la tapa con vidrio. Además la tapa tiene topes, para que abra a noventa grados y no se vuelque. En la parte interna de la tapa hay un marco con tornillos para poder sacar el vidrio. Las divisiones internas están pegadas al cuerpo de la caja y no son móviles. Las molduras exernas son sogas enteladas. El exterior de esta Saquelita fue entelado con una vieja toalla y luego pintada con acrílico. No es por pedido de un cliente en especial, simplemente la hice porque tenía ganas de entelar y pintar una caja de té. La gran diferencia es que usé esa toalla vieja que le da un toque especial al acabado de la pieza. La Saquelita pintada tiene un valor de $67 más gastos de envío. Espero que disfruten esta pieza tanto como cuando la armé. Mauricio Uldane artesano entelado Las cajas enteladas
Hace años que vengo armando y entelando cajas. Las hay con cierres bronceados o cerraduras, con y sin manija. Más de diez años han pasado desde los primeros modelos de cajas. Al principio eran de cartón y luego de fibrofácil (MDF). También enteladas y pintadas, pero luego de la crisis económica de 2001, que sufrió la Argentina, comencé a entelarlas con telas como el jean, que no necesitaba pintarse para lucir bien. Así nacieron las primeras Jeanelas, nombre que también tuvieron algunos baúles cilíndricos. Las cajas enteladas en jean tuvieron cerradura y algunas las armé con cierres bronceados. Las cajas las construyo con fibrofácil (MDF) y sogas que son las molduras, que luego entelo con diferentes tipos de telas. Básicamente las cajas están armadas con fibrofácil (MDF) de 9 milímetros, pero hay modelos que tienen la base de 12 milímetros, para compensar el peso de la tapa. Las cajas las armo sin clavos, ni tornillos, sino que las hago trabadas por sus uniones. De esta manera adquieren mayor rigidez estructural y no se descolan ante un golpe o caída. El modelo de Jeanela dio origen a un alhajero llamado: Alhajela que tenía cerradura y espejo en el interior de la tapa. Además el cuerpo venía con divisiones para guardar los objetos preciosos. Una vez como regalo de cumpleaños hice una caja con manija y cerradura de bronce. La llamé Cofrela mc, además la caja estaba pintada con acrílico. Ultimamente hice una caja entelada con jeans rotos y no le puse molduras, porque las uniones de las telas se encuetran a la vista. Lo que sí tienen todas las cajas que fabrico, es topes en las tapas y patas de goma en las bases. No recuerdo cuál fue la primera, ni porqué la hice, pero las cajas son una parte importante en mi catálogo de artesanías enteladas. Las entelé muchas veces con telas usadas y viejas, pero también he usado telas nuevas que me han regalado. Retazos que le habían sobrado, a alguien, y no los iban a utilizar. Todo es bienvendido en el mundo del artesano entelador. Ya sabré que utilidad darle. Mauricio Uldane artesano entelador Una clienta se contactó conmigo por medio de mi página y me encargó un anotador con imanes pintado con acrílico. En el sitio me dejó un mensaje con el pedido de la Anotadela verde musgo.
Tenía un anotador armado, sin entelar, que había hecho antes de mi descanso obligado. Con lo cual el pedido lo pude concluir mucho más rápido. Por suerte la clienta quedó conforme con la pieza. Incluso le gustó mucho la cantidad de imanes, que tiene el anotador en su dorso. Le comenté que trato de hacer bien mis artesanías, no sólo para conformar a los clientas y clientas, sino para que me recomienden entre amigos y conocidos. También mi idea motora es conservar el cliente o la clienta conquistada con mi trabajo artesanal. La Anotadela está realizada con un pedazo de fibrofácil (MDF) de 5 mílimetros y varillas de madera de 12 mílimetros y de 6 mílimetros. También forman parte del anotador una varilla de madera cuadrada de 5 mílimetros de lado, una hoja de sierra junior barnizada y un medio pedazo de tubo de cartón, donde se puede colocar una lapicera, bolígrafo, marcador o lápiz . Los imanes del dorso son de goma y le sirven al anotador para adherirlo a cualquier superficie metálica, como la puerta de la heladera, lugar que lo pone la mayoría de mis clientes. Aunque algunas clientas lo colocan en la puerta de calle del lado interno. De esta manera les sirve para dejarles mensajes a los demás integrantes de la familia. Una forma muy práctica de usarlo. En definitiva cada persona, que compra un anotador entelado, lo usa como más útil le sea. Mauricio Uldane artesano entelador |
Mauricio UldaneSoy un artesano entelador que vive en San Miguel, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. Me dedico a confeccionar diferentes piezas que van desde un buzón alcancía hasta cajas todo entelado por dentro y por fuera. Con diseños propios y originales. Mis piezas enteladas son numeradas y fechadas. Archivos
Noviembre 2018
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